Sale un esqueleto prácticamente completo en muy buen estado de conservación en la excavación en el Castro de San Lourenzo, en la parroquia guímara de Cereixa. Fue hacia el final de la campaña arqueológica, que comenzó el 15 de julio y finalizó el jueves 15 de agosto. La campaña estuvo promovida por la asociación vecinal de la parroquia, el Ayuntamiento de A Pobra do Brollón y la Universidade Nova de Lisboa, con la participación de un campo de trabajo internacional subvencionado por la Dirección Xeral de Xuventude de la Xunta de Galicia.
‘La ley de Murphy es implacable. Llevábamos casi un mes de campaña. Pero es siempre en los últimos días de una campaña cuando sale el más espectacular’, declara Xurxo Ayán, director arqueológico e investigador del Instituto de História Contemporânea de la Universidade Nova de Lisboa.
Bajo la dirección de Ayán, el equipo de tres arqueólogos, una antropóloga y 17 participantes del campo de trabajo estaba excavando una iglesia y necrópolis medieval en el recinto del castro.
En el lado norte de los restos de la iglesia medieval estaba la monumental tumba del esqueleto. Estos restos se suman a los del famoso Atilano de la campaña del año pasado, pero el nuevo individuo está mucho mejor conservado; los huesos están más enteros y aportarán más información.
Huesos llenos de datos
El esqueleto se encontró en una tumba de lajas, sin colmatación de tierra. ‘En este tipo de tumbas se crea un espacio vacío que propicia la conservación de los restos,’ explica la antropóloga física Candela Martínez. Al levantar la primera laja ya se vislumbró un cráneo perfectamente conservado, con dentadura incluida.
Otros huesos conservados son los coxales (de la zona de la pelvis), que juntos al cráneo permiten definir la edad y el sexo del individuo, aunque de momento es pronto para valorarlo. Martínez hace una valoración muy cautelar basada en una primera observación de los huesos en la que comenta que es posible que el esqueleto sea de mujer.
La dentadura acerca información crucial sobre la dieta. ‘Con el análisis de isótopos estables se puede saber la dieta que tuvo el individuo en su infancia, a partir de se consumió más proteína de pescado o de carne. Esto da pistas del origen de la persona,’ explica Martínez. A primera vista, en esta dentadura se nota un gran desgaste, lo cual puede venir motivado por factores varios como la edad o la dieta. Para tener datos más exactos habrá que esperar a los resultados de laboratorio.
Otros datos que acercan los restos óseos están relacionados con el rango de edad, patologías que dejaron marca en los huesos y la calidad de vida del individuo, además de poder obtener una datación muy precisa de la época en la que vivió, mediante análisis Carbono 14.
Respeto a la datación, de momento lo que se puede decir es que los restos seguramente correspondan con el período altomedieval. ‘Por el tipo de tumba y el contexto arqueológico estamos hablando de entre los siglos VIII y XII, más bien del XI o XII’ declara Xurxo Ayán. Habrá que esperar a los resultados de análisis del laboratorio para tener datos precisos.
Contexto: El Castro de San Lourenzo
El Castro de San Lourenzo es un castro minero romano que fue reocupado y desocupado en sucesivas ocasiones en el medievo como centro religioso. El castro tiene una localización estratégica con gran control visual sobre los alrededores y en plena ruta jacobea del Camino de Invierno.
Esta campaña arqueológica se trata de la quinta campaña que se desarrolla en el castro. Además de la investigación arqueológica, parte del proyecto implica la recuperación de la memoria del lugar. Esto supuso la recuperación de la romería de San Lourenzo: un día, el 10 de agosto, convertido en cita anual obligatoria para los vecinos de Cereixa, del Ayuntamiento y de otras parroquias de alrededor.
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