La Cova das Choias se encuentra en Biduedo, en la parroquia de Óutara. La cueva es una gruta de origen natural, uno de los espacios más singulares de la comarca de Lemos. Es posible que en la época romana la gruta se hubiese alterado por la mano del hombre para la extracción del mineral del hierro. Se sabe de su aprovechamiento intensivo, sobre todo en los siglos XVI y XVII, abasteciendo a las ferrerías de la comarca, principalmente a la desaparecida ferrería de Biduedo.
En la actualidad la cavidad tiene una extraordinaria riqueza natural en situación vulnerable: el musgo luminiscente y una población de diferentes comunidades de murciélagos única en Galicia. El musgo que le confiere el color verde a la cavidad tiene como peculiaridad que cuenta con unos filamentos que reflejan la luz verde esmeralda, produciendo la ilusión visual de luminiscencia. La presencia de este musgo en la Península Ibérica está documentada en una docena de localizaciones. Por la frajilidad de los hábitats que ocupa, esta especie está incluida en el Catálogo Gallego de Especies Amenazadas como especie vulnerable. Nunca lo debemos extraer ni pisar para garantizar las condiciones de oscuridad y humedad necesarias y que lo puedan seguir admirando las generaciones futuras.
Y por otra parte las aves que la habitan. La cueva recibe su nombre, las Choias, por la presencia de estos pájaros de la familia de los córvidos, que tradicionalmente ocupaban la cavidad, hace unos años se pensó que habían desaparecido, pero las medidas tomadas para la conservación de las diferentes especies hacen que hoy podamos volver a ver las choias. La cavidad está habitada también por distintas especies de murciélagos, destaca el murciélago cova que tiene aquí la colonia más grande conocida en Galicia y los murciélagos de herradura grandes que ocupan la cueva en otoño. Estas especies están en situación vulnerable y la simple presencia humana puede resultar nefasta para la conservación de estas colonias.
Puede accederse a la cueva por una gran entrada de más de 30 metros de alto. Las cavidades forman 3 niveles que suponen más de 200 metros de recorrido con diversas galerías sin salida, además de las galerías artificiales para la extracción del hierro. El acceso a la cueva solamente está permitido en las visitas guiadas que se organizan desde el ayuntamiento. Sólo se puede acceder a la entrada principal de la cueva, ya que sin conocimientos en espeleología el acceso a las grutas es peligroso.